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05 abril 2013

Receta de buttercream para cupcakes.

Bueno, no os dejé la receta del icing para los cupcakes, pero aquí la anoto para quien pueda intersarle.

Ingredientes:

     * 100 gr. de mantequilla
     * 200 gr. de azúcar
     * Esencia de vainilla
     * colorante.

Preparación:

     * Se mezcla bien el azúcar y la mantequilla templada.
     * Se añade la esencia de vainilla y las gotitas de colorante.

Ya está. Para mi gusto, sabe mucho a azúcar y me queda muy grumosa. Pero está rica. Si la quieres más suave, se usa azúcar glass, pero requiere mucha más cantidad (yo voy echando hasta que queda tan espesa como me gusta, lo suficiente como para que conserve la forma de la boquilla de la manga pastelera).

Mi favorita es la de chocolate:

     * Se mezcla la mantequilla (100 gr. ) con colacao (el doble más o menos, aunque yo voy echando poco a poco a que queda con la texura que me gusta).

Este icing es.... mmmmm.... son un éxito en mi mesa!!!


Espero que os sirva, porque para los niños es ideal comerse una magdalena decorada con estas y, si es de chocolate, mucho mejor!!!!

Mis primeros yogures caseros. Mmmmmm... qué ricos....

     Bueno, bueno, bueno.... pues he hecho mis primeros yogures caseros justo después de comprar mi yogurtera, de la que me he enamorado del todo.

     Mi yogurtera no hace ruido, no se calienta por fuera... me enamoré al primer contacto.

     Decidí probar mi primera experiencia con algo sencillo, como un sencillo yogur de fresa con mermelada en la parte de abajo. Luego resultó que no tenía mermelada y tuve que conformarme con los yogures de fresa pelones y mondones.

     La receta es la siguiente:

     Ingredientes:
          * 1 litro de leche (yo uso desnatada)
          * 1 yogur de fresa (0% bifidus es el que uso yo)
          * 2 cucharadas de azúcar por cada yogur (aunque yo prefiero no echarle azúcar y que luego cada cual le eche al gusto en su yogur).
          * 3 cucharadas de leche en polvo (sólo si lo quieres muy cuajado, yo no se lo echo).

     Preparación:
          *se mezcan bien los ingredientes con una barilla manual hasta que no queden grumos.
          * se reparte la mezcla entre los vasitos.
          * se meten en la yogurtera destapados con cuidado de que no se toquen unos con otros.
          * se enchufa y se enciende la yogurtera (esto es obvio, pero ya que me pongo a dar datos...)
          * entre 8 y 12 horas después se sacan de la yogurtera, se tapan los tarros y se meten en la nevera entre 3 y 6 horas.

     En la yogurtera yo lo dejo 11 horas y media. Se debe poner entre 8 y 12 horas. Cuanto más tiempo estén, más fermenta y más fuerte está. Yo, la verdad es que con 11 horas y media me han salido suaves.

     Hay quien le echa sirope de fresa para dar más sabor y color al yogur, pero lo cierto es que mis yogures saben mucho a fresa y no lo veo necesario. Así son más naturales.

     Se pueden usar los yogures y la leche que se quieran, siempre y cuando los dos sean iguales en cuando a desnatados, semidesnatados o enteros.

     Mis próximas pruebas serán con sabor a limón (usando yogur de limón), de chocolate  (con yogur natural y 3 cucharadas de colacao), de galleta (yogur natural y galletas hechas polvo), vainilla (yogur natural y esencia de vainilla)... yogur natural con mermelada (se pone la mermelada abajo en cada tarro, luego se vierte la mezcla en cada tarro y a la yogurtera.

     Y esto ha sido todo amigos!!!

Primavera. Ver los detalles, escuchar y sonreir.

       
        Lo que me gusta de la primavera es la luz que me recuerda que después de un cielo gris y del frío llegan los rayos de sol entre las nubes. Siempre se me escapa una sonrisa cuando recuerdo que siempre hay una luz al final del túnel (por muy trillada que esté la frase).

        Siempre hay brotes nuevos que salen de una rama que parece seca y muerta. Queda vida donde parece haber desolación y sequía. Unos brotes llenos de color que me gritan que entre la oscuridad hay un punto de color que te llena de ilusión por seguir mirando a tu alrededor buscando más colores.

        Como ocurre con cualquier planta, nuestra ilusión, nuestras ganas de vivir y sonreir necesitan ser regadas con paciencia y fe. Fe en lo que quieras, en cualquier cosa, en cualquier persona, entidad, Dios... Pero fe. Yo tengo fe en que todo saldrá bien, en que todo es temporal en la vida, tanto lo bueno como lo malo. Tengo fe en que el ser humano puede sonreir ante cualquier obstáculo y decir "no es un problema sin solución, lo superaré y seguiré mi camino hasta donde me lleve". Tengo fe en que cada piedra me hará ser más fuerte, en que cada caída me enseñará el valor del camino y que cada cicatriz será el recuerdo de una vida llena.

        Hace poco vi una película en la televisión, "El manantial de la eterna juventud" ("Tuck Everlasting" es el título en inglés) en el que uno de los personajes decía: "No tengas miedo a la muerte,Winnie. Ten miedo de la vida no vivida."

        La vida se compone de muchas cosas: piedras pequeñas, piedras que se pueden saltar, piedras que hay que rodear o escalar, montañas, agujeros (unos más profundos que otros), charcos, arenas movedizas... pero siempre hay también lianas que te ayudan a salir de las arenas que te atrapan, sol que te seca cuando te caes en un charco, salientes que te ayudan a trepar, agua fresca y comida para reponer energías....

    

         Siempre intento ver el lado bueno de las cosas y puede que eso me convierta en una tonta ilusa, pero soy feliz así. Improviso en mi camino, decido y no me arrepiento de mis elecciones y siempre tengo esperanza.

        Veo la naturaleza a mi alrededor y veo que todo sigue adelante, que pertenezco a algo que cambia continuamente a mi alrededor y yo con él.

        Cada vez que decaigo paro de andar: Miro al cielo, los árboles, el cielo y escucho. Escucho una vida que sigue con o sin mí. Escucho y sé que quiero seguir adelante. Me surge una sonrisa y mis ojos vuelven a brillar.