La verdad es que he de reconocer que nunca había hecho croquetas. No es nada personal. Es sólo que nunca las hacía... Las acababa echando tanto de menos que cada vez que iba a casa de mi cuñada y de mi madre les pedía croquetas. Ahora siempre tengo mi platito de croquetas y me pongo..... uyuyuyuyuy...
Pero es hora de hacer mis propias creaciones croquetiles y experimentar mi poco arte con la bechamel. Sí, tengo muchos dones, pero la bechamel no es uno de ellos. No me sale malo, simplemente no soy muy habilidosa. Menos mal que Dios creó la bechamel en sobre!!!! Aleluya!!!
Mi primer experimento, unas croquetas de atún y huevo. Básicamente, para quien no lo sepa, se pocha la cebolla, se añade a la bechamel muy muy espesa (sal y pimienta al gusto), se le echa el atún desmenuzado sin aceite y el huevo cocido picado. Se hacen bolitas, se pasan por huevo, pan rallado, huevo de nuevo y de nuevo pan rallado (el doble empanado hace que no se rompan y que queden súper crujientes por fuera y tiernas tiernas por dentro).Freir, escurrir en un platito con papel absorbente y a comer!!!
Yo me hago bocatas de croquetas!!!! Desde mi infancia más tierna, el bocata del cole era de croquetas. Incluso, a veces, bocatas de croquetas con patatas fritas.
Bueno, no os aburro más con mis batallitas. Disfrutad de vuestras croquetas!!!!
